Harina de amaranto: tres veces más fibra que la harina de trigo y alto valor nutricional
El amaranto es un pseudocereal antiguo cultivado por civilizaciones mesoamericanas como los aztecas y los incas. Aunque es relativamente desconocido en comparación con otros granos más comunes como el trigo o el maíz, el amaranto ha empezado a destacar por sus beneficios para la salud y su versatilidad culinaria. Uno de los productos derivados del amaranto que ha ganado popularidad es la harina de amaranto, un ingrediente que se destaca por ser 100 % natural, rico en fibra y sin gluten.
La harina de amaranto se produce a partir de la molienda de las semillas de amaranto. Es una alternativa saludable a las harinas tradicionales, como la de trigo, debido a sus beneficios nutricionales únicos:
- Proteínas de alta calidad: el amaranto es una fuente completa de proteínas, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales necesarios para el organismo. Estas proteínas son altamente digestibles y beneficiosas, especialmente para personas que siguen dietas vegetarianas o veganas.
- Minerales: la harina de amaranto es rica en minerales como el calcio, hierro, fósforo, magnesio, manganeso y potasio. Estos minerales son cruciales para la salud ósea, la función muscular, la circulación sanguínea y otros procesos fisiológicos.
- Vitaminas: contiene vitaminas importantes como vitamina A, vitamina C, vitamina E, vitaminas del complejo B (como B6, B9 y riboflavina) que son esenciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo y el sistema inmunológico.
- Grasas saludables: es una fuente de grasas saludables, como ácidos omegas 3 y omega 6 que son beneficiosos para la salud cardiovascular y el cerebro.
- Fibra dietética: contiene aproximadamente tres veces más fibra que la harina de trigo, lo que la convierte en una excelente opción para promover una digestión saludable y mantener el sistema gastrointestinal en óptimas condiciones.
Usos culinarios y aplicaciones
La harina de amaranto tiene una textura fina y un sabor suave y terroso, lo que la hace ideal para su uso en una variedad de recetas. Puede ser utilizada en la preparación de panes, galletas, pasteles, tartas y otros productos horneados. Además, se puede incorporar en sopas, salsas, batidos o como espesante en diferentes platos.
Su versatilidad permite combinarla con otros tipos de harina, como la de arroz, maíz o avena, para obtener mejores resultados en términos de textura y sabor en diferentes recetas.
El amaranto en grano también se puede usar cocido como cereal, en barritas de cereales caseras, amaranto inflado, en licuados, guisos, ensaladas, como relleno para verdura o tortillas.
Te animamos a probar el porridge de amaranto como desayuno, cocinando el amaranto en leche o agua caliente, agregando otro cereal sin gluten, miel, canela, frutas frescas o frutos secos.
Trigo sarraceno, un “trigo” sin gluten
Autora: Tamara Parra. Departamento de Calidad y Seguridad Alimentaria
Más info: celiacos.org
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